Nos referimos a los cubrecamas de invierno y verano. Los de invierno son por lo general más gruesos debido a que tienen que generar una capa lo suficientemente densa que nos permita una buena separación y aislamiento del exterior.
De acuerdo al relleno los acolchados de invierno también suelen ser más o menos pesadas, mientras que las de verano se caracterizan por ser frescas y dejar pasar el aire a través de las mismas.
Materiales de los cubrecamas para invierno
Acolchados de plumas o simil plumas
Los acolchados de plumas son unos de los más elegidos para el invierno. Las plumas de ganso, las más utilizadas para la confección de este tipo de ropa de cama tienen propiedades térmicas inigualables.
Estas plumas brindan muchísimo calor y evitan que este se pierda hacia el exterior a través del acolchado.
Estos son los cubrecamas de invierno por excelencia debido a que este material nos da el máximo confort en esta época del año.
Además su suavidad es inigualable. Cuando nos tapamos con un cubrecama de pluma sentimos un peso muy suave sobre nosotros que nos brinda una tibieza para permanecer cómodos durante toda la noche.
En los últimos años se han incorporado variantes sintéticas a esta opción, con un material que simula la pluma de ganso pero conservando el efecto deseado (a esto se lo suele llamar “símil pluma” o “simil plumón”).
Acolchado sintético
Si buscamos una colcha más consistente lo que podemos hacer es mezclar relleno de pluma con relleno sintético.
Además de darnos una acolchado más firme esto abaratará los costos. Tendremos los beneficios de la pluma pero por un precio un poco más accesible.
Los acolchados de guata virgen son ideales para el invierno. Este material nos dará mucho calor nos protegerá contra el frío exterior.
Esto acolchados nos proporcionan el mismo abrigo que la pluma y generalmente con un costo bastante más barato.
Cubrecamas sin relleno
Una solución que algunos encuentran para crear acolchados es la funda, también llamada “funda de edredón” o duvet.
Muchas veces proteger un acolchado de media estación con una buena funda puede ser un buen refuerzo para cuando llegan los verdaderos fríos.
De esta manera estaremos poniendo una nueva capa aislante entre nosotros y el exterior.
Muchas fundas vienen hechas en telas térmicas que ayudan a prevenir que el calor escape hacia fuera.
Acolchado polar o peluche
Otra opción muy suave y cada vez más de moda son los de tela polar. Esta tela es realmente muy abrigada y nos brinda una sensación realmente agradable al contacto con la piel.
Además el de polar se puede colocar debajo de un cubrecamas, por lo cual se puede mantener la misma apariencia de la cama todo el año, sin modificar su apariencia.
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